
Que pierde la calma con la cocaína, Volviéndome loca, derrochando lo bolsa y la vida
la fui, poco a poco, dando por perdioa. Y eso que yo, paro no agobiar con flores a maría, para no asediarla con mi antología de sábanas frías y alcobas vacías, para no comprarlo con bisutería, ni ser el fantoche que va, en romería, con la cofradía del santo reproche, tanto lo quería, que tardé, en aprender a olvidarlo, diecinueve días y quinientas noches ♪